Cada 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Como cada año, aprovechamos esa fecha para hacer aún más hincapié en el ahorro y uso responsable de la energía y dar lugar a la reflexión sobre nuestros hábitos ineficientes y actuar en consecuencia.
Nuestro consumo energético proviene en más de un 80% de fuentes de energía no renovables y que nos hacen depender energéticamente de otros países. Además, un 30% de las emisiones de gases contaminantes que emitimos a la atmósfera deriva de la quema de estos combustibles como consecuencia de nuestros desplazamientos diarios por carretera y del consumo energético de nuestras viviendas.
En un período de crisis económica como el que vivimos, el uso responsable de energía puede convertirse en un gran aliado a la hora de reducir gastos y, en definitiva, de hacer más con menos. En muchos casos poner en marcha pequeñas iniciativas eficientes a nivel doméstico significa importantes ahorros económicos que, en la mayoría de los casos, llevan también asociadas significativas ventajas ambientales y mismo mejoras en la calidad de vida.
En este aspecto, la campaña “Dálle Luz á Túa Factura”, llevada a cabo por el Instituto Enerxético de Galicia (INEGA) y el Instituto Galego de Consumo (IGC) por medio de nuestro departamento divulgativo, sirvió como herramienta de divulgación, formación y sensibilización para acercar a la ciudadanía el contenido del recibo eléctrico y consejos prácticos para ahorrar en el consumo de electricidad.
Es muy importante recalcar también, que ser más eficiente no implica perder en calidad de vida, sino conseguir lo mismo con menos recursos, pudiendo incluso mejorar el confort.
Una vez más las Vivienda Bioclimática también es una herramienta clave en nuestras actividades, en las que los participantes pueden comprobar que ser eficiente en nuestros hogares es algo fundamental y que nos implica a todos.
También ponemos a disposición de todo aquel que lo desee y a través de la zona interactiva de esta página web varias aplicaciones gratuitas que nos permiten hacer cálculos sobre el consumo eléctrico de nuestro hogar, la elección de nuestros electrodomésticos o el consumo de agua. Ditas aplicaciones nos permiten conocer de un modo práctico los datos tanto económicos como ambientales que pueden proporcionarnos las diferentes medidas mencionadas.
Por ejemplo, el cambio de 5 bombillas incandescentes de 75 W por 5 bombillas LED de la misma iluminación y con un uso medio de 1h al día nos haría ahorrar más de 15 € al año en nuestras facturas y evitar la emisión a la atmósfera de más de 20 kg de C02 anuales. Si además, eliminamos los consumos ocultos y en espera de pequeños aparatos electrónicos y cargadores de baterías y usamos lavadoras y frigoríficos más eficientes, el ahorro ascendería a más de 140 € anuales y las emisiones evitadas de C02 a la atmósfera por vivienda a más de 200 kg al año. Esto, extrapolado a todas las viviendas de Galicia supondría dejar de emitir a la atmósfera más de 260 mil toneladas de C02 al año.
